Per motius personals no hi haurà més reunions del grup de lactància durant una temporada. Tant aviat com sàpiga res us ho faré saber.
Si teniu alguna consulta urgent podeu preguntar-me com sempre al telèfon i miraré d'ajudar-vos tant com pugui.
Gracies per tantes bones estones i espero poder tornar a trobar-nos ben aviat.
diumenge, 15 de setembre del 2013
IMPORTANT I URGENT
dimecres, 28 d’agost del 2013
Al setembre hi tornem
Encara no és segura la data, però probablement començarem les trobades el dimarts 10 de setembre, tant aviat com ho sàpiga us ho confirmo.
Lactància i metges
1 hora de lactancia en la carrera de medicina
En aquest enllaç de la revista Bebés y más, Mireia Long entrevista a Kika Baeza, metge i consultora de lactància,
En aquest enllaç de la revista Bebés y más, Mireia Long entrevista a Kika Baeza, metge i consultora de lactància,
dilluns, 15 de juliol del 2013
Psicología Infantil y Crianza con Apego: Amamantar a un niño mayor y rechazo social
Psicología Infantil y Crianza con Apego: Amamantar a un niño mayor y rechazo social: Consulta: Tengo un niño de 17 meses. Lo hemos criado con actitud responsiva, pecho a demanda, colecho y muchos brazos, porque además de q...
dimarts, 25 de juny del 2013
Ha arribat l'estiu
Ha arribat l'estiu i el grup de lactància farà vacances fins el septembre.
Avui ens reunim per desitjar-nos bon estiu i pel que convingui.
Si algú necessita res, com sempre em podeu trobar al mail lluisaplans@gmail.com , al telefon 627145357, o al FB doula lluisa.
Que tingueu molt bones vacances.
Avui ens reunim per desitjar-nos bon estiu i pel que convingui.
Si algú necessita res, com sempre em podeu trobar al mail lluisaplans@gmail.com , al telefon 627145357, o al FB doula lluisa.
Que tingueu molt bones vacances.
dimarts, 11 de juny del 2013
Avui no hi ha grup de lactància
M'ha sortit un imprevist i no podré venir al grup. Ens veiem la setmana vinent.
dimarts, 4 de juny del 2013
Lactància materna i caries
http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/lactancia-materna-y-caries
Per si hi ha algun dubte sobre si la lactància afavoreix la càries.
Lactancia materna y caries
Todos sabemos de los beneficios de la LM para la salud del niño, de la prevención de muchas enfermedades (diabetes, obesidad, asma…), además de la sensación de afecto y protección que proporciona al niño. También conocemos los beneficios sobre la madre, ya desde el mismo momento del parto pero también a largo plazo.
La OMS recomienda amamantar mínimo 6 meses y hasta los dos años, pudiendo prolongar la lactancia cuanto deseen madre e hijo.
Sin embargo, muchos profesionales consideran que las caries infantiles se deben a la “lactancia prolongada”, haciendo creer que esto es una moda, y que propicia el desarrollo de las caries de la infancia temprana. Muchos, de hecho, confunden caries de la infancia temprana con “caries del biberón” y para ellos es exactamente igual amamantar que dar el biberón. Vuelven la vista hacia el hecho de que el destete natural en la especie humana ocurre entre los 2 y los 7 años, y que todo lo que sea destetar antes de los dos años es un destete precoz. ¿Podría ser que en esta ocasión la naturaleza se haya equivocado? ¿Podría ser que la naturaleza provea de dientes a los niños y sin embargo la LM los destruya poniendo en riesgo la salud y la vida de los niños?
Fijémonos en los animales: ¿hasta cuándo maman los animales? En su ambiente natural hasta que les parece oportuno. ¿Tienen caries los cachorros? No. Los veterinarios ven caries en animales cuya dieta se ha “humanizado”, con dueños que les proporcionan alimentos que no son propios para animales
Hablemos de las caries.
Para encontrar una respuesta, veamos qué son las caries: llamamos caries al proceso destructivo del diente que tiene lugar como consecuencia de la desmineralización de la superficie dental. Esta desmineralización ocurre debido a que las bacterias se alimentan de los restos de glucosa que se quedan depositados sobre la superficie dental. Las bacterias metabolizan la glucosa y como producto eliminan ácidos, que son los que van destruyendo el esmalte, primero produciendo una mancha blanca, que se puede remineralizar, y luego penetrando ya en el diente. Por tanto para que haya caries tienen que concurrir varios factores:
1.- que haya dientes: cuando aún no ha erupcionado ningún diente no se puede producir una caries. Aún así se insiste en que se limpien las encías con una gasita.
2.- que haya bacterias: sólo con que haya azúcar pegado en los dientes no se provoca caries. A un diente sumergido en un azucarero no le pasa nada. Pero las bacterias están, y no aparecen por generación espontánea: ¿de dónde proceden las bacterias que inician y hacen que progresen las caries? Pues de la madre y de los cuidadores: el hecho de probar la comida nosotros primero antes de dársela al bebé, el soplar la comida para que no queme y el dar besos en la boca al niño, sobre todo si la madre ha tenido o tiene caries activas en el último año está demostrado que es un factor de ALTO riesgo para la aparición de caries en niños menores de 3 años, ya que inoculamos involuntariamente las bacterias en la boca del niño.
Por otra parte, las bacterias sobreviven de los azúcares que introducimos en la dieta: nuestra dieta actual está plagada de azúcares refinados que ni nos damos cuenta que comemos. Los alimentos con más de un 14% de azúcar son de ALTO riesgo de caries. Cuando un niño empieza con la AC ¿qué comenzamos a ofrecerle? Normalmente plátano, papillas, galletas, zumos. Todos estos son alimentos de alto riesgo. Los dientes recién erupcionados tienen el esmalte aún sin terminar de mineralizar, por tanto son mucho más
susceptibles a los ácidos. En ese momento precisamente es cuando más debemos evitar el contacto directo con sustancia azucaradas como zumos.
3.- el tiempo durante el cual las bacterias están adheridas al diente es fundamental: no es lo mismo comer un donuts y luego un puñado de frutos secos que al revés. Los alimentos duros realizan una labor de arrastre y ayudan, junto con la saliva, a eliminar los restos más pegajosos. Terminar de comer con un pedazo de tarta no es lo mismo que con un trozo de queso. De la misma manera, no es lo mismo que el ataque de las bacterias tenga lugar 5 veces al día que 17. El tiempo en el que el riesgo es mayor son los primeros veinte minutos tras haber comido. En esos primeros minutos es cuando hay que lavarse los dientes. Pero la frecuencia con la que nos expongamos al riesgo es importante, así como el tiempo de contacto, aumentado en alimentos más pegajosos.
4.- Y finalmente, los factores de resistencia individual del paciente como la cantidad de saliva (reducida en ciertas enfermedades, o con el uso de medicamentos como corticoides comúnmente utilizados para el asma), un esmalte deficiente de forma congénita, una anatomía irregular de la superficie dental y otras circunstancias individuales pueden predisponer al niño a tener más caries. Aquí la higiene dental, el aporte de flúor y la conveniencia o no de colocar selladores oclusales juegan el papel más importante, pues estas medidas está demostrado que disminuyen drásticamente el número de caries presentes.
Entonces, ¿qué papel juega en todo esto la LM?
Vamos a ver qué factores juegan a favor de la LM en cuanto a la boca:
.- Al mamar el niño aprende a respirar por la nariz, lo que hace que se estimule el crecimiento del tercio medio de la cara.
.- La lactancia hace que al mamar la mandíbula se desplace hacia atrás y adelante, disminuyendo el retrognatismo mandibular fisiológico del recién nacido.
.- Los bebés cuanto más tiempo son amamantados menos se chupan el dedo o recurren a chupetes: hay una relación inversa entre el tiempo de lactancia y los hábitos bucales nocivos.
.- El bebé es capaz de controlar la longitud del pezón, su flexibilidad y el flujo de líquido, cosa que no puede hacer con tetinas ni chupetes.
Y concretamente, en cuanto a la caries:
.- El pezón se coloca al final de la boca, en el límite entre paladar duro y paladar blando. No toca los dientes, cosa que sí sucede con los biberones.
.- Si el pezón no es ordeñado no sale leche de forma continua. Aunque el bebé se duerma con el pezón en la boca, la leche no sigue saliendo. No se queda leche desbordando la boca. En el mismo acto en que el pezón se exprime, la leche es ingerida. Con el biberón sí existe ese riesgo, y de hecho es el mayor peligro
.- La lactosa es el azúcar que tiene la leche. Este azúcar se metaboliza en los dos monosacáridos que lo componen gracias a la lactasa, una enzima que se sintetiza en el intestino delgado. De esta forma en la boca no hay glucosa, las bacterias no obtienen glucosa de la lactosa en la boca, sino que la obtienen de otros azúcares como la fructosa. El riesgo pues es debido a la alimentación complementaria, no a la LM. En cualquiera de los casos, la lactosa es el azúcar menos cariogénico que existe.
.- La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries.
.- La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. No causa una disminución significativa en el pH, al contrario de lo que piensan muchos dentistas. La leche humana no es cariogénica a menos que haya algún otro azúcar fermentable introducido por la dieta.
En un paciente que no mama, y más en los niños, el ver que el niño está “todo el día” comiendo induce a pensar que está sufriendo un ataque ácido detrás de otro. Al dormir disminuye la producción de saliva con lo cual el arrastre de restos de comida se reduce al mínimo, y de hecho cualquier resto se queda adherido al diente hasta la mañana siguiente. Esto supone aumentar muchísimo el riesgo de caries. El niño que se duerme sin cepillarse los dientes es el
perfecto candidato para tener caries. El dentista siempre ha de insistir en que hay que cepillarse los dientes antes de irse a dormir, tanto niños como adultos. Pero el niño que mama es diferente. No es un adulto chiquitito. No funciona igual. No es extrapolable. Si simplemente el único cambio en la conducta de la madre y el niño es suspender la lactancia, no va a mejorar ni a disminuir el riesgo de caries. Mamar por la noche no supone de ninguna manera el mismo riesgo que dejar el biberón colgado de la boca del niño por la noche.
Entonces ¿Por qué me hijo tiene caries? ¿Qué puedo hacer ahora?
Las caries aparecen porque el equilibrio entre desmineralización y remineralización se ha roto. La boca se ha convertido en un entorno ácido. Hay que ver por qué. Hay que estudiar qué come el niño, cada cuánto, cómo están las bocas de sus padres y cuidadores, si come alimentos protectores contra la caries o no, y en cuyo caso introducirlos. Comprobar que la higiene bucal es buena y si es necesario aportar flúor en la pasta de dientes o en barnices o como sea mejor para él. Hay que estudiar muy pormenorizadamente todos los hábitos. Y mamar no es un hábito. Ni bueno ni malo. Mamar es una necesidad. Cuando se hayan controlado todos los factores externos anteriormente comentados, nos daremos cuenta que la LM no juega un papel decisivo en el inicio ni el desarrollo de las caries.
Es importante ser conscientes de que un niño con caries de aparición temprana (las que aparecen en menores de 3 años) es un niño con alto riesgo de caries, es decir, con riesgo de tener tres o más lesiones cariosas al año. Pero es más importante aún cuidar las piezas que no tienen caries, y de hecho eso es lo más fundamental, crear un entorno en la boca que permita que el resto de piezas libres de caries, incluyendo las que aún no han erupcionado, las definitivas, sigan libres de caries.
Irene Iglesias Rubio.
Odontóloga.
Nº Col. 40005606.
Centro Dental E-boca.
Tfno. 921412271.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Ramos-Gomez FJ, Weintraub JA, Gansky SA, Hoover CI, Featherstone JD.
Bacterial, behavioral and environmental factors associated with early childhood caries.
J Clin Pedi Dent 2002;26(2):165-73.
Brambilla E, Felloni A, Gagliani M, Malerba A, García-Godoy F, Strohmenger L.
Caries prevention during pregnancy: Results of a 30-month study.
J Am Dent Assoc 1998;129(7):871-7.
Ercan E, Dulgergil CT, Yildirim I, Dalli M.
Prevention of maternal bacterial transmission on children’s dental caries development; 4-year results of a pilot study in a rural child population. Arch Oral Biol 2007;52(8):748-52.
Isokangas P, Söderling E, Pienihäkkinen K, Alanen P.
Occurrence of dental decay in children after maternal consumption of xylitol chewing gum: A follow-up from 0 to 5 years of age.
J Dent Res 2000;79(11):1885-9.
Köhler B, Andréen I, Jonsson B.
The effects of caries preventive measures in mothers on dental caries and the oral presence of the bacteria Streptococcus mutans and lactobacilli in their children.
rch Oral Biol 1984;29(11):879-83.
Erickson PR, Mazhari E.
Investigation of the role of human breast milk in caries development.
Pediatr Dent 1999;21(2):86-90
Reisine S, Douglass JM.
Psychosocial and behavioral issues in early childhood caries.
Comm Dent Oral Epidem 1998;26(suppl 1):32-44.
Per si hi ha algun dubte sobre si la lactància afavoreix la càries.
Lactancia materna y caries
Todos sabemos de los beneficios de la LM para la salud del niño, de la prevención de muchas enfermedades (diabetes, obesidad, asma…), además de la sensación de afecto y protección que proporciona al niño. También conocemos los beneficios sobre la madre, ya desde el mismo momento del parto pero también a largo plazo.
La OMS recomienda amamantar mínimo 6 meses y hasta los dos años, pudiendo prolongar la lactancia cuanto deseen madre e hijo.
Sin embargo, muchos profesionales consideran que las caries infantiles se deben a la “lactancia prolongada”, haciendo creer que esto es una moda, y que propicia el desarrollo de las caries de la infancia temprana. Muchos, de hecho, confunden caries de la infancia temprana con “caries del biberón” y para ellos es exactamente igual amamantar que dar el biberón. Vuelven la vista hacia el hecho de que el destete natural en la especie humana ocurre entre los 2 y los 7 años, y que todo lo que sea destetar antes de los dos años es un destete precoz. ¿Podría ser que en esta ocasión la naturaleza se haya equivocado? ¿Podría ser que la naturaleza provea de dientes a los niños y sin embargo la LM los destruya poniendo en riesgo la salud y la vida de los niños?
Fijémonos en los animales: ¿hasta cuándo maman los animales? En su ambiente natural hasta que les parece oportuno. ¿Tienen caries los cachorros? No. Los veterinarios ven caries en animales cuya dieta se ha “humanizado”, con dueños que les proporcionan alimentos que no son propios para animales
Hablemos de las caries.
Para encontrar una respuesta, veamos qué son las caries: llamamos caries al proceso destructivo del diente que tiene lugar como consecuencia de la desmineralización de la superficie dental. Esta desmineralización ocurre debido a que las bacterias se alimentan de los restos de glucosa que se quedan depositados sobre la superficie dental. Las bacterias metabolizan la glucosa y como producto eliminan ácidos, que son los que van destruyendo el esmalte, primero produciendo una mancha blanca, que se puede remineralizar, y luego penetrando ya en el diente. Por tanto para que haya caries tienen que concurrir varios factores:
1.- que haya dientes: cuando aún no ha erupcionado ningún diente no se puede producir una caries. Aún así se insiste en que se limpien las encías con una gasita.
2.- que haya bacterias: sólo con que haya azúcar pegado en los dientes no se provoca caries. A un diente sumergido en un azucarero no le pasa nada. Pero las bacterias están, y no aparecen por generación espontánea: ¿de dónde proceden las bacterias que inician y hacen que progresen las caries? Pues de la madre y de los cuidadores: el hecho de probar la comida nosotros primero antes de dársela al bebé, el soplar la comida para que no queme y el dar besos en la boca al niño, sobre todo si la madre ha tenido o tiene caries activas en el último año está demostrado que es un factor de ALTO riesgo para la aparición de caries en niños menores de 3 años, ya que inoculamos involuntariamente las bacterias en la boca del niño.
Por otra parte, las bacterias sobreviven de los azúcares que introducimos en la dieta: nuestra dieta actual está plagada de azúcares refinados que ni nos damos cuenta que comemos. Los alimentos con más de un 14% de azúcar son de ALTO riesgo de caries. Cuando un niño empieza con la AC ¿qué comenzamos a ofrecerle? Normalmente plátano, papillas, galletas, zumos. Todos estos son alimentos de alto riesgo. Los dientes recién erupcionados tienen el esmalte aún sin terminar de mineralizar, por tanto son mucho más
susceptibles a los ácidos. En ese momento precisamente es cuando más debemos evitar el contacto directo con sustancia azucaradas como zumos.
3.- el tiempo durante el cual las bacterias están adheridas al diente es fundamental: no es lo mismo comer un donuts y luego un puñado de frutos secos que al revés. Los alimentos duros realizan una labor de arrastre y ayudan, junto con la saliva, a eliminar los restos más pegajosos. Terminar de comer con un pedazo de tarta no es lo mismo que con un trozo de queso. De la misma manera, no es lo mismo que el ataque de las bacterias tenga lugar 5 veces al día que 17. El tiempo en el que el riesgo es mayor son los primeros veinte minutos tras haber comido. En esos primeros minutos es cuando hay que lavarse los dientes. Pero la frecuencia con la que nos expongamos al riesgo es importante, así como el tiempo de contacto, aumentado en alimentos más pegajosos.
4.- Y finalmente, los factores de resistencia individual del paciente como la cantidad de saliva (reducida en ciertas enfermedades, o con el uso de medicamentos como corticoides comúnmente utilizados para el asma), un esmalte deficiente de forma congénita, una anatomía irregular de la superficie dental y otras circunstancias individuales pueden predisponer al niño a tener más caries. Aquí la higiene dental, el aporte de flúor y la conveniencia o no de colocar selladores oclusales juegan el papel más importante, pues estas medidas está demostrado que disminuyen drásticamente el número de caries presentes.
Entonces, ¿qué papel juega en todo esto la LM?
Vamos a ver qué factores juegan a favor de la LM en cuanto a la boca:
.- Al mamar el niño aprende a respirar por la nariz, lo que hace que se estimule el crecimiento del tercio medio de la cara.
.- La lactancia hace que al mamar la mandíbula se desplace hacia atrás y adelante, disminuyendo el retrognatismo mandibular fisiológico del recién nacido.
.- Los bebés cuanto más tiempo son amamantados menos se chupan el dedo o recurren a chupetes: hay una relación inversa entre el tiempo de lactancia y los hábitos bucales nocivos.
.- El bebé es capaz de controlar la longitud del pezón, su flexibilidad y el flujo de líquido, cosa que no puede hacer con tetinas ni chupetes.
Y concretamente, en cuanto a la caries:
.- El pezón se coloca al final de la boca, en el límite entre paladar duro y paladar blando. No toca los dientes, cosa que sí sucede con los biberones.
.- Si el pezón no es ordeñado no sale leche de forma continua. Aunque el bebé se duerma con el pezón en la boca, la leche no sigue saliendo. No se queda leche desbordando la boca. En el mismo acto en que el pezón se exprime, la leche es ingerida. Con el biberón sí existe ese riesgo, y de hecho es el mayor peligro
.- La lactosa es el azúcar que tiene la leche. Este azúcar se metaboliza en los dos monosacáridos que lo componen gracias a la lactasa, una enzima que se sintetiza en el intestino delgado. De esta forma en la boca no hay glucosa, las bacterias no obtienen glucosa de la lactosa en la boca, sino que la obtienen de otros azúcares como la fructosa. El riesgo pues es debido a la alimentación complementaria, no a la LM. En cualquiera de los casos, la lactosa es el azúcar menos cariogénico que existe.
.- La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries.
.- La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. No causa una disminución significativa en el pH, al contrario de lo que piensan muchos dentistas. La leche humana no es cariogénica a menos que haya algún otro azúcar fermentable introducido por la dieta.
En un paciente que no mama, y más en los niños, el ver que el niño está “todo el día” comiendo induce a pensar que está sufriendo un ataque ácido detrás de otro. Al dormir disminuye la producción de saliva con lo cual el arrastre de restos de comida se reduce al mínimo, y de hecho cualquier resto se queda adherido al diente hasta la mañana siguiente. Esto supone aumentar muchísimo el riesgo de caries. El niño que se duerme sin cepillarse los dientes es el
perfecto candidato para tener caries. El dentista siempre ha de insistir en que hay que cepillarse los dientes antes de irse a dormir, tanto niños como adultos. Pero el niño que mama es diferente. No es un adulto chiquitito. No funciona igual. No es extrapolable. Si simplemente el único cambio en la conducta de la madre y el niño es suspender la lactancia, no va a mejorar ni a disminuir el riesgo de caries. Mamar por la noche no supone de ninguna manera el mismo riesgo que dejar el biberón colgado de la boca del niño por la noche.
Entonces ¿Por qué me hijo tiene caries? ¿Qué puedo hacer ahora?
Las caries aparecen porque el equilibrio entre desmineralización y remineralización se ha roto. La boca se ha convertido en un entorno ácido. Hay que ver por qué. Hay que estudiar qué come el niño, cada cuánto, cómo están las bocas de sus padres y cuidadores, si come alimentos protectores contra la caries o no, y en cuyo caso introducirlos. Comprobar que la higiene bucal es buena y si es necesario aportar flúor en la pasta de dientes o en barnices o como sea mejor para él. Hay que estudiar muy pormenorizadamente todos los hábitos. Y mamar no es un hábito. Ni bueno ni malo. Mamar es una necesidad. Cuando se hayan controlado todos los factores externos anteriormente comentados, nos daremos cuenta que la LM no juega un papel decisivo en el inicio ni el desarrollo de las caries.
Es importante ser conscientes de que un niño con caries de aparición temprana (las que aparecen en menores de 3 años) es un niño con alto riesgo de caries, es decir, con riesgo de tener tres o más lesiones cariosas al año. Pero es más importante aún cuidar las piezas que no tienen caries, y de hecho eso es lo más fundamental, crear un entorno en la boca que permita que el resto de piezas libres de caries, incluyendo las que aún no han erupcionado, las definitivas, sigan libres de caries.
Irene Iglesias Rubio.
Odontóloga.
Nº Col. 40005606.
Centro Dental E-boca.
Tfno. 921412271.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
Ramos-Gomez FJ, Weintraub JA, Gansky SA, Hoover CI, Featherstone JD.
Bacterial, behavioral and environmental factors associated with early childhood caries.
J Clin Pedi Dent 2002;26(2):165-73.
Brambilla E, Felloni A, Gagliani M, Malerba A, García-Godoy F, Strohmenger L.
Caries prevention during pregnancy: Results of a 30-month study.
J Am Dent Assoc 1998;129(7):871-7.
Ercan E, Dulgergil CT, Yildirim I, Dalli M.
Prevention of maternal bacterial transmission on children’s dental caries development; 4-year results of a pilot study in a rural child population. Arch Oral Biol 2007;52(8):748-52.
Isokangas P, Söderling E, Pienihäkkinen K, Alanen P.
Occurrence of dental decay in children after maternal consumption of xylitol chewing gum: A follow-up from 0 to 5 years of age.
J Dent Res 2000;79(11):1885-9.
Köhler B, Andréen I, Jonsson B.
The effects of caries preventive measures in mothers on dental caries and the oral presence of the bacteria Streptococcus mutans and lactobacilli in their children.
rch Oral Biol 1984;29(11):879-83.
Erickson PR, Mazhari E.
Investigation of the role of human breast milk in caries development.
Pediatr Dent 1999;21(2):86-90
Reisine S, Douglass JM.
Psychosocial and behavioral issues in early childhood caries.
Comm Dent Oral Epidem 1998;26(suppl 1):32-44.
dilluns, 27 de maig del 2013
Bases per una bona alimentació
Fa molt temps que sento a parlar de Julio Basulto, pare, dietista i nutricionista, però fins avui no havia començat a llegir coses seves. He trobat aquest parell d'entrevistes, una per la revista Consumer, i l'altra que li van fer a TV2 aquest mes de maig. M'han semblat molt interessants i us deixo els enllaços, i copio l'entrevista. Ah, al video i surt el mercat de Les Bòbiles de Martorell; els nens que es veuen tastant diferents aliments, estant passejant pel mercat. M'ha fet il·lusió.
Entrevista a TV2 http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-julio-basulto-escritor-dietista-nutricionista/1829076/
Entrevista a Consumer http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/infancia_y_adolescencia/2013/05/24/216812.php
Entrevista a TV2 http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-julio-basulto-escritor-dietista-nutricionista/1829076/
Entrevista a Consumer http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/infancia_y_adolescencia/2013/05/24/216812.php
"Alimentar a un niño tiene que ser tan natural y hermoso como darle un abrazo"
- Por LAURA CAORSI
- 24 de mayo de 2013
- Imagen: Jordi García -
Experto en nutrición humana y dietética, miembro de prestigiosos paneles, grupos, sociedades y comités, investigador incansable y colaborador habitual de Eroski Consumer, Julio Basulto es una referencia en el ámbito de la alimentación. Su tercer libro, de reciente aparición, centra el foco en los niños. 'Se me hace bola' constituye un sustancioso documento, interesante y ameno, que sirve en bandeja consejos prácticos para los padres y madres que se preocupan por la alimentación de sus hijos. La siguiente entrevista repasa algunos de ellos.
El niño no quiere comer. ¿En qué momento hemos perdido la batalla?
En el preciso instante en que abordamos la hora de comer como una batalla, con vencedores y vencidos. En una batalla de verdad, los vencedores, aunque ganen, siempre pierden algo. Como mínimo, la llamada "fuerza de combate". En la mesa, los padres que presionan a sus hijos para que coman (por las buenas, por las malas o por las regulares) pierden autoridad moral frente al niño. El niño, por su parte, pierde autonomía y termina por delegar la responsabilidad de su ingesta en un control externo, cuando debería ser interno.
Pero, ¿por qué no quiere comer?
Si un niño no quiere comer, solo hay dos razones que justifiquen su actitud: o bien no tiene hambre, en cuyo caso debemos respetar sus sabios, ancestrales y milimétricamente diseñados mecanismos de la saciedad; o bien está enfermo, en cuyo caso debemos tratar la enfermedad que le quita el apetito, no darle de comer para que se le cure la enfermedad.
Explicas en tu libro que debemos conocer y respetar al niño para pasarlo bien en la mesa. ¿Cómo saber qué necesita y distinguir las apetencias de los caprichos?
Las necesidades nutricionales del niño, salvo en el primer año de vida, no se diferencian mucho de las del adulto, si no es por la cantidad que, lógicamente, es menor. Conocer al niño en lo relativo a la alimentación es saber qué le gusta y qué no le gusta, sin más. Como haríamos con un invitado. Le ofrecemos un alimento, ¿se lo come feliz y contento? Señal de que le gusta. ¿Lo rechaza? Pues no le gusta. A mí no me gusta el melocotón y, si puedo escoger, prefiero no comerlo. Los gustos de los niños, como los de los adultos, difieren notablemente. ¿Te lo pasarías bien en un restaurante en el que el jefe de cocina decide que tienes que comer pies de cerdo, que según él son muy nutritivos? Yo no, la verdad. Y no creo que sea un "capricho". No soporto los pies de cerdo y no me los comeré, aunque el maître me dedique una mirada arrogante y despectiva. Si entendemos por "capricho" que el niño quiera comer a todas horas chocolate negro, nuestro deber es evitar que dicho alimento esté en el hogar, para evitar tentaciones. Ahora bien, si por "niño caprichoso" entendemos a aquel que tiene sus propios gustos, creo nos equivocamos. Más bien es un "niño sensato".
En 'Se me hace bola' ofreces una extensa lista de alimentos dirigidos al público infantil que deberíamos evitar, por calóricos y poco nutritivos. ¿Cómo conseguimos esto?
"Una gran parte de las calorías que toman los niños provienen de alimentos muy calóricos, pero poco nutritivos"
La idea con la lista es que tales "sustancias comestibles" no formen parte habitual de la dieta del niño. No pasa absolutamente nada si tomamos o toman de vez en cuando alimentos superfluos, pero la triste realidad es que una grandísima parte de las calorías que toman los niños provienen de las llamadas "calorías vacías", es decir, de alimentos que aportan muchas calorías, pero pocos nutrientes. Para evitar que los tomen de forma habitual, es preciso evitar que estén en casa, predicar con el ejemplo, esquivar los canales de televisión repletos de anuncios de comida basura (cuanta menos tele vean, mejor) y no prohibirles que los tomen si caen en sus manos. Cuando se prohíbe taxativamente a un niño que coma un alimento, en cuanto nos despistemos ingerirá una cantidad que compensará con creces nuestra prohibición. Prohibir es despertar el deseo, como todo el mundo sabe.
Subrayas la idea de no tener en casa alimentos poco saludables, pero ¿de qué modo debemos manejarnos fuera, ya que la oferta es constante y cada vez mayor?
Es cierto, la oferta es inmensa. Para mi mujer y para mí una de las claves es llevar siempre encima, cuando salimos a la calle, comida sana. Si tienen mucho apetito, la tentación será mayor. Así que en nuestra mochila no faltan diversas piezas de fruta fresca, frutos secos, fruta desecada o incluso bocadillos. Ah, y una botella de agua, claro, por si tienen sed.
¿Es posible evitar la tentación de un niño cuando nos acompaña al supermercado, o si pasamos frente a una tienda de chuches? ¿Qué deberíamos hacer en estas situaciones, negarnos a comprarle lo que pide o negociar con él?
Sí se puede negociar con el niño si se pone muy insistente, por supuesto. De hecho, creo que es lo más sensato. No vale la pena discutir o montar un numerito por la comida. Una vez tenemos en nuestro haber la información relacionada con qué alimento no está en la categoría de "recomendable para un consumo diario", es momento para, con calma y sin sobresaltos, enfocar la mejor estrategia para que nuestros hijos (y no los del vecino) los tomen lo menos posible. Creo sinceramente que cada familia tiene que experimentar con su hijo, saber quién es, qué carácter tiene, y adaptarse a su manera de ser. Mi mujer y yo, por ejemplo, intentamos ir lo menos posible con la pequeña al supermercado. Ojos que no ven, corazón que no siente. Sin embargo, con la mediana ya es distinto. Y no digamos con la mayor, la mar de responsable.
¿Qué alimentos sí deberíamos tener en casa?
Las frutas que les gustan a nuestros hijos, a mano, a la vista. De vez en cuando variamos, a ver si les apetece alguna otra, pero sin manipulaciones, tipo "fíjate qué sanísimo es este níspero y qué rico está". Es fácil: basta con comprar las frutas de la estación en la que estamos. Lo mismo con las hortalizas (que hay decenas). Pan integral (mejor sin sal), arroz integral, pasta integral, legumbres y frutos secos. Todo ello tan a la vista como el mando de la tele.
¿Qué tres errores que los adultos no deberíamos cometer cuando damos de comer a los niños?
El autoritarismo ("te lo comes porque yo lo digo"), la negligencia ("mi hijo se alimenta a base de refrescos, le encantan") y la incoherencia ("papá, ¿por qué yo tengo que comer un bocadillo de pan integral sin sal y tú meriendas un croissant de chocolate?").
¿Y tres aciertos que sí deberíamos procurar?
Dar buen ejemplo (y no solo con la alimentación, sino con nuestro estilo de vida), respetar las preferencias del niño y tener alimentos saludables en casa.
¿Exigimos más a los niños para que coman sano que lo que nos exigimos a nosotros mismos?
Sí, sí, sin duda. Es lo resumido en la incongruente frase "haz lo que yo hago y no lo que yo digo". Las encuestas revelan que la alimentación de los adultos huye de un patrón saludable a toda velocidad. Sin embargo, la presión para que los niños se alimenten bien se mantiene: un atropello a la razón.
¿Hasta qué punto es importante ofrecer un buen ejemplo?
Hasta el infinito y más allá. Varias mentes preclaras nos han regalado inmortales frases sobre este tema, que voy incluyendo en mis libros siempre que puedo. Tres de ellas: "dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera" (Albert Einstein), "no hay más que una educación y es el ejemplo" (Gustav Mahler) o "el regalo más grande que puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida" (Bertolt Brecht).
Señalas en el libro que la 'tecnología' de la cuchara y el avión no es eficiente, ¿por qué?
Porque es una 'tecnología' que parte de la base de que hay que distraer al niño para que coma, cuando el apetito del niño es el único marcador que debemos tener en cuenta para ofrecerle comida.
En un mundo sembrado de golosinas, refrescos y comida rápida, ¿podemos conseguir que un calabacín le resulte atractivo a un niño?
De ninguna manera. Desde el momento en que pretendemos que un niño coma calabacín, las posibilidades de que acabe odiándolo aumentan. Si a nosotros nos gusta el calabacín, pues nos lo comemos delante del niño, y llegará el día en que él dirá "¿puedo probar?". ¿Que le gusta? Pues bien. ¿Que no le gusta? Pues también bien. No se desnutrirá por ello. Ni el calabacín ni el apio son tan nutritivos, después de todo.
Por favor, explícame eso de que "no importa tanto lo que les damos como lo que no les damos" de comer a nuestros hijos.
"No es tan importante depurar un río contaminado como evitar que se contamine"
Con mucho gusto. Volvamos al calabacín. ¿Existen pruebas que demuestren que los niños que se alimentan con muchas hortalizas, como el calabacín, están más sanos? Las que hay son poco concluyentes, porque siempre hay un factor que sucede a la vez y que altera las conclusiones. Así, en las casas de los niños que toman muchas hortalizas se fuma menos (o no se fuma) y se tiene más cuidado por los riesgos del hogar (enchufes, ventanas, etc.) o de la carretera (cinturón de seguridad, velocidad al volante). Esos y otros factores influirán mucho sobre la salud del niño. Es decir, no sabemos a ciencia cierta si son las verduras lo que les da salud o algo que sucede a la vez que las verduras. Sin embargo, ningún comité de nutrición duda de lo arriesgado que es a largo plazo que los niños tomen a menudo alimentos "malsanos" (como los llama la Organización Mundial de la Salud). Como indico en mi libro, no es tan importante depurar un río contaminado como evitar que se contamine.
En tu libro ofreces consejos para aplicar desde el nacimiento del bebé hasta que es un adolescente. ¿Qué pasa si al leerlo descubrimos que hemos errado en los primeros cuatro años? ¿Hay esperanza? ¿Los malos hábitos son 'reversibles'?
Por supuesto, no es una condena a muerte. De hecho, como explico en 'Secretos de la gente sana', estoy convencido de que pequeños cambios en nuestros malos hábitos tienen efectos significativos en personas de cualquier edad.
Además de dietista-nutricionista eres padre. ¿Alguna vez te has desesperado en la mesa o has sentido que los niños pueden más que los estudios y sus evidencias?
Si me permites, cambio el orden de la frase: soy padre, y además dietista-nutricionista. Lo primero es mucho más importante que lo segundo. En cuanto a los estudios, lo cierto es que los tengo muy en cuenta, sobre todo si los han elaborado personas a las que de verdad les preocupa la salud pública (de esas que no tienen ni trampa ni cartón). Pero nunca me han convencido tanto como una conversación con mi mujer. En cuanto a si me he desesperado, con mi primera hija estuve muy desorientado al principio... pero por suerte vino en mi ayuda un fantástico libro llamado 'Mi niño no me come'. ¿Quién iba a decirme que su autor, Carlos González, iba a prologarme un libro trece años después?
¿Hace falta ejercitar la paciencia?
"En la mesa, los niños necesitan sus tiempos, sus ritmos"
Depende. La RAE tiene varias definiciones para esta palabra y algunas me gustan (en este contexto, se entiende) mientras que otras no. Si la que aplicamos con nuestros hijos es "capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse" vamos por mal camino. Alimentar a un niño no puede ser "padecer" o "soportar algo sin alterarse". Alimentar a un niño tiene que ser tan natural y hermoso como darle un abrazo. ¿Cómo damos un abrazo? Con cariño, pero con respeto. Pues con la comida igual. En cualquier caso, está bien tener presente, en la mesa, que los niños necesitan sus tiempos, sus ritmos. No nacieron en un día, no les salieron los dientes en la primera semana de vida, no caminaron a los tres meses, no aprendieron a multiplicar con un año de vida. ¿Por qué tienen que comer "de manual" justo cuando a nosotros se nos antoja? Queramos a nuestros hijos como son, en cada momento del día y de la noche, aceptémoslos y amémoslos incondicionalmente, que para eso somos sus padres, y todo irá de rechupete. Y eso incluye a la comida.
dijous, 2 de maig del 2013
Lactància materna i caries
M'ha arribat aquest document que parla de la relació, o no, entre la caries i el prendre pit. El copio sencer.
Lactancia
materna y caries
Todos
sabemos de los beneficios de la LM para la salud del niño, de la
prevención de muchas enfermedades (diabetes, obesidad, asma…),
además de la sensación de afecto y protección que proporciona al
niño. También conocemos los beneficios sobre la madre, ya desde el
mismo momento del parto pero también a largo plazo.
La
OMS recomienda amamantar mínimo 6 meses y hasta los dos años,
pudiendo prolongar la lactancia cuanto deseen madre e hijo.
Sin
embargo, muchos profesionales consideran que las caries infantiles se
deben a la “lactancia prolongada”, haciendo creer que esto es una
moda, y que propicia el desarrollo de las caries de la infancia
temprana. Muchos, de hecho, confunden caries de la infancia temprana
con “caries del biberón” y para ellos es exactamente igual
amamantar que dar el biberón. Vuelven la vista hacia el hecho
de que el destete natural en la especie humana ocurre entre los 2 y
los 7 años, y que todo lo que sea destetar antes de los dos años es
un destete precoz. ¿Podría ser que en esta ocasión la naturaleza
se haya equivocado? ¿Podría ser que la naturaleza provea de dientes
a los niños y sin embargo la LM los destruya poniendo en riesgo la
salud y la vida de los niños?
Fijémonos
en los animales: ¿hasta cuándo maman los animales? En su ambiente
natural hasta que les parece oportuno. ¿Tienen caries los cachorros?
No. Los veterinarios ven caries en animales cuya dieta se ha
“humanizado”, con dueños que les proporcionan alimentos que no
son propios para animales
Hablemos de las
caries.
Para
encontrar una respuesta, veamos qué son las caries: llamamos caries
al proceso destructivo del diente que tiene lugar como consecuencia
de la desmineralización de la superficie dental. Esta
desmineralización ocurre debido a que las bacterias se alimentan de
los restos de glucosa que se quedan depositados sobre la superficie
dental. Las bacterias metabolizan la glucosa y como producto eliminan
ácidos, que son los que van destruyendo el esmalte, primero
produciendo una mancha blanca, que se puede remineralizar, y luego
penetrando ya en el diente. Por tanto para que haya caries tienen que
concurrir varios factores:
1.-
que haya
dientes:
cuando aún no ha erupcionado ningún diente no se puede producir una
caries. Aún así se insiste en que se limpien las encías con una
gasita.
2.-
que haya
bacterias:
sólo con que haya azúcar pegado en los dientes no se provoca
caries. A un diente sumergido en un azucarero no le pasa nada. Pero
las bacterias están, y no aparecen por generación espontánea: ¿de
dónde proceden las bacterias que inician y hacen que progresen las
caries? Pues de la madre y de los cuidadores: el hecho de probar la
comida nosotros primero antes de dársela al bebé, el soplar la
comida para que no queme y el dar besos en la boca al niño, sobre
todo si
la madre ha tenido o tiene caries activas en el último año está
demostrado que es un factor de ALTO riesgo para la aparición de
caries en niños menores de 3 años,
ya que inoculamos involuntariamente las bacterias en la boca del
niño.
Por
otra parte, las
bacterias sobreviven de los azúcares
que introducimos en la dieta: nuestra dieta actual está plagada de
azúcares refinados que ni nos damos cuenta que comemos. Los
alimentos con más de un 14% de azúcar son de ALTO riesgo de caries.
Cuando un niño empieza con la AC ¿qué comenzamos a ofrecerle?
Normalmente plátano, papillas, galletas, zumos. Todos estos son
alimentos de alto riesgo. Los dientes recién erupcionados tienen el
esmalte aún sin terminar de mineralizar, por tanto son mucho más
susceptibles a los ácidos. En ese momento precisamente es cuando más
debemos evitar el contacto directo con sustancia azucaradas como
zumos.
3.-
el tiempo
durante el cual las bacterias están adheridas al diente es
fundamental: no es lo mismo comer un donuts y luego un puñado de
frutos secos que al revés. Los alimentos duros realizan una labor de
arrastre y ayudan, junto con la saliva, a eliminar los restos más
pegajosos. Terminar de comer con un pedazo de tarta no es lo mismo
que con un trozo de queso. De la misma manera, no es lo mismo que el
ataque de las bacterias tenga lugar 5 veces al día que 17. El tiempo
en el que el riesgo es mayor son los primeros
veinte minutos
tras haber comido. En esos primeros minutos es cuando hay que
lavarse los dientes. Pero la frecuencia con la que nos expongamos al
riesgo es importante, así como el tiempo de contacto, aumentado en
alimentos más pegajosos.
4.-
Y finalmente, los factores
de resistencia individual
del paciente como la cantidad de saliva
(reducida en ciertas enfermedades, o con el uso de medicamentos como
corticoides comúnmente utilizados para el asma), un esmalte
deficiente de forma congénita, una anatomía irregular de la
superficie dental y otras circunstancias individuales pueden
predisponer al niño a tener más caries. Aquí la higiene dental, el
aporte de flúor y la conveniencia o no de colocar selladores
oclusales juegan el papel más importante, pues estas medidas está
demostrado que disminuyen drásticamente el número de caries
presentes.
Entonces, ¿qué papel
juega en todo esto la LM?
Vamos
a ver qué factores juegan a favor de la LM en cuanto a la boca:
.-
Al mamar el niño aprende a respirar por la nariz, lo que hace que se
estimule el crecimiento del tercio medio de la cara.
.-
La lactancia hace que al mamar la mandíbula se desplace hacia atrás
y adelante, disminuyendo el retrognatismo mandibular fisiológico del
recién nacido.
.-
Los bebés cuanto más tiempo son amamantados menos se chupan el dedo
o recurren a chupetes: hay una relación inversa entre el tiempo de
lactancia y los hábitos bucales nocivos.
.-
El bebé es capaz de controlar la longitud del pezón, su
flexibilidad y el flujo de líquido, cosa que no puede hacer con
tetinas ni chupetes.
Y
concretamente, en cuanto a la caries:
.-
El pezón
se coloca al final de la boca, en el límite entre paladar duro y
paladar blando. No
toca los dientes,
cosa que sí sucede con los biberones.
.-
Si el pezón no es ordeñado no sale leche de forma continua. Aunque
el bebé se duerma con el pezón en la boca, la leche no sigue
saliendo.
No se queda leche desbordando la boca. En el mismo acto en que el
pezón se exprime, la leche es ingerida. Con el biberón sí existe
ese riesgo, y de hecho es el mayor peligro
.-
La lactosa es el azúcar que tiene la leche. Este azúcar se
metaboliza en los dos monosacáridos que lo componen gracias a la
lactasa, una enzima que se sintetiza en el intestino delgado. De esta
forma en la boca no hay glucosa, las bacterias no obtienen glucosa de
la lactosa en la boca, sino que la obtienen de otros azúcares como
la fructosa. El riesgo pues es debido a la alimentación
complementaria, no a la LM. En cualquiera de los casos, la
lactosa es el azúcar menos cariogénico que existe.
.-
La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el
crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho,
la leche
materna previene la caries.
.-
La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo
en el esmalte. No
causa una disminución significativa en el pH,
al contrario de lo que piensan muchos dentistas. La leche humana no
es cariogénica a menos que haya algún otro azúcar fermentable
introducido por la dieta.
En
un paciente que no mama, y más en los niños, el ver que el niño
está “todo el día” comiendo induce a pensar que está sufriendo
un ataque ácido detrás de otro. Al dormir disminuye la producción
de saliva con lo cual el arrastre de restos de comida se reduce al
mínimo, y de hecho cualquier resto se queda adherido al diente hasta
la mañana siguiente. Esto supone aumentar muchísimo el riesgo de
caries. El niño que se duerme sin cepillarse los dientes es el
perfecto candidato para tener caries. El dentista siempre ha de
insistir en que hay que cepillarse
los dientes antes de irse a dormir,
tanto niños como adultos. Pero el niño que mama es diferente. No es
un adulto chiquitito. No funciona igual. No es extrapolable. Si
simplemente el único cambio en la conducta de la madre y el niño es
suspender la lactancia, no va a mejorar ni a disminuir el riesgo de
caries. Mamar por la noche no supone de ninguna manera el mismo
riesgo que dejar el biberón colgado de la boca del niño por la
noche.
Entonces ¿Por qué me
hijo tiene caries? ¿Qué puedo hacer ahora?
Las
caries aparecen porque el equilibrio entre desmineralización y
remineralización se ha roto. La boca se ha convertido en un entorno
ácido. Hay que ver por qué. Hay que estudiar qué come el
niño, cada cuánto, cómo están las bocas de sus padres y
cuidadores, si come alimentos protectores contra la caries o no, y en
cuyo caso introducirlos. Comprobar que la higiene bucal es buena y si
es necesario aportar flúor en la pasta de dientes o en barnices o
como sea mejor para él. Hay que estudiar muy pormenorizadamente
todos los hábitos. Y mamar no es un hábito. Ni bueno ni malo. Mamar
es una necesidad. Cuando se hayan controlado todos los factores
externos anteriormente comentados, nos daremos cuenta que la LM no
juega un papel decisivo en el inicio ni el desarrollo de las caries.
Es
importante ser conscientes de que un niño con caries de aparición
temprana (las que aparecen en menores de 3 años) es un niño con
alto riesgo de caries, es decir, con riesgo de tener tres o más
lesiones cariosas al año. Pero es más importante aún cuidar las
piezas que no tienen caries, y de hecho eso es lo más fundamental,
crear un entorno en la boca que permita que el resto de piezas libres
de caries, incluyendo las que aún no han erupcionado, las
definitivas, sigan libres de caries.
Irene Iglesias Rubio.
Odontóloga.
Nº Col. 40005606.
Centro Dental E-boca.
Tfno. 921412271.
BIBLIOGRAFÍA
RECOMENDADA:
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dimecres, 10 d’abril del 2013
Taller de portanadons a Martorell
Divendres 19 d'Abril a les 11 del matí realitzo un taller de portanadons gratuït a "Tiendas Mari" de Martorell. Hi esteu convidades, s'hi voleu venir aniria bé que us apuntessiu al facebook de Tiendas Mari. https://www.facebook.com/events/508345472559907/
Carta de ninguna mama en concreto a todas las mamas
M'ha arribat aquesta carta anònima i m'ha semblat molt real.
Pasa el tiempo, la lactancia entra en esa extraña categoría de prolongada y luego se termina y… empiezo a ver las cosas con una extraña claridad. Y, la verdad, me entra muy mala leche al ver la cantidad de tonterías que han hecho que no disfrute como merece la etapa más bonita de mi vida. Si pudiera volver a empezar… ay, si pudiera volver a empezar…
Dar teta no duele. No, no duele. Me lo repetiría hasta la saciedad (y más allá).
No es cuestión de aguantar. Ni al principio ni durante ni al final. El dolor es un aviso de que algo no va bien, de que algo hay que cambiar… ¡y rápido! Tenía que haber buscado ayuda antes de que me saltaran las lágrimas cuando mi bebé se agarraba al pecho, o mientras succionaba. Antes de notar las tetas tan llenas y duras y tensas que dolían con solo tocarlas. Antes, mucho antes de que mi pezón se llenase de grietas. Antes de que una infección me hiciera gritar del dolor… ¡Antes de sufrir!
Tenía que haberme rodeado de mamás que también daban pecho. Desde que me quedé embarazada...
¡o antes!
Simplemente hablar con alguien que está en la misma situación que tú ya es un remedio contra muchos problemas de la lactancia. Ver, compartir y vivir otras lactancias nutre la tuya. Ahora siempre digo: si no conoces a nadie, busca un grupo de apoyo, alguien a quien consultar cualquier cosa, aunque en ese momento te parezca la tontería más grande del universo.
Alguien tenía que haberme dicho que los profesionales de la salud no suelen tener ni repajolera idea de lactancia materna.
Ahora he comprobado que, por desgracia, títulos como pediatría o enfermería no garantizan ningún conocimiento en lactancia materna. Hoy buscaría profesionales formados, concienciados y motivados, que también los hay (pocos, pocos, pero cada vez más).
Sí, tenía que haber activado la alarma en cuanto pusieron en duda mi capacidad para amamantar y la de mi bebé para alimentarse. ¡Y esos absurdos consejos! Cuánto daño hacen barbaridades como «cada tres horas», «10 minutos de cada pecho», «a los 4 meses empezaremos con otros alimentos», «al principio es normal que duela», «no está comiendo nada», «se queda con hambre», «no coge peso por que no mama suficiente», «habrá que darle una ayudita», «con biberón se crían igual», «con 6 meses ya es suficiente», «si das teta embarazada abortarás»… Uf.
Me gustaría haber sido más paciente al inicio.
En una situación ideal y sin interferencias mi bebé se hubiera cogido al pecho a la primera y yo me hubiera dejado llevar. Pero entre hospital, luz, ruido, espectadores, anestesias, nervios, protocolos médicos… uf, necesitamos calma, saber que todo va a salir bien, aunque vaya a costar un poco más. Hay que probar posiciones, asegurarse de que coge bien el pezón, ofrecerle mucho más a menudo, vaciar el pecho antes de que se hinche demasiado… y con calma, mucha calma, se consigue.
Tenía que haberme negado a que nos separasen.
Ni para que yo descanse, ni para bañarle, ni para hacerle pruebas de rutina ni leches. Si las primeras horas, los primeros días, son tan importantes para la lactancia, no hay ninguna excusa.
Tenía que haber escondido el reloj y la tarjeta de peso.
Si es «a demanda» es porque cada bebé lleva su ritmo y sabe lo que necesita y lo pide y tú se lo das… entonces, ¿por qué me atormentaba si pedía cada 5 minutos o cada 3 horas? Cómo desconfiaba de mí misma cuando estaba 3 días (con sus noches) pidiendo sin parar (ahora sé que solo es una crisis de crecimiento
¡y que es normal!). Y cómo me torturaba con los gramos que engordaba o no cada semana o cada mes.
Carta de ninguna mamá en concreto a todas las mamás.
>
¿Por qué no sabía que el pecho es más que alimento?
Que puede pedir por muchos motivos y que son tan necesarios (o más) como ingerir comida. Y que no solo alimenta a mi bebé, también a mí. Que nos conecta de forma increíble. Que lo que vivimos los dos es lo mismo, porque somos uno.
Si volviera a empezar, ¡dormiría!
¡Dormiría más siestas y pondría menos lavadoras! No esperaría a la noche para descansar. Intentaría dormir a la mínima posibilidad, durante las siestas diurnas del bebé, robándole tiempo a cualquier otra cosa, recados, limpieza, compromisos, comidas… Por supuesto, me hubiera costado, porque el insomnio me perseguía, pero quizás buscando oscuridad, silencio, infusiones, música, relajación, un pequeño masaje… Mi descanso tenía que haber sido una prioridad.
Y me cuidaría más, mucho más…
Cuando en el espejo empecé a echar de menos mi sonrisa, tenía que haber actuado. ¿Qué podía hacer para estar mejor? No, no me refiero a adelgazar o a maquillarme (que también, si es lo que me apetece). Era mi estado emocional. Necesitaba estar rodeada de gente que me entendiera y no que me pusiera en duda. Necesitaba un entorno que me ayudara a disfrutar mi crianza, incluso a hacer los cambios vitales que el cuerpo me pedía a gritos... Sí, me escucharía, me escucharía sin dudar.
Hablaría mucho con mi pareja.
Intentaría apoyarme mucho en él, aunque no exigirle imposibles. Intentaría que los dos entendiéramos que criar a un bebé de pecho no es ocuparse cada uno del 50 %, sino que cada uno tiene un 100 % diferente. Que lo más seguro es que el bebé solo quiera estar con mamá y que eso puede durar 2, 3 años… Que a mí me puede agobiar mucho, igual que a él le puede hacer sentirse desplazado. Y que el bebé y yo nos sentimos arropados si él está ahí. Que todos sus cuidados son maravillosos, porque a través de mí está cuidando también al bebé. Y el vínculo que están estableciendo, aunque tarde más en hacerse evidente, también es para siempre. Tendría que aprender a contarle con más claridad mis necesidades… Y a escuchar las suyas.
Y, aunque me fastidie reconocerlo, entendería que sí, que es mejor un biberón con amor que dar el pecho con resentimiento.
Intentaría no llegar a esa situación de agobio tan grande que me cargó de culpas, y de rencores, y que hizo que ya no disfrutara lo más mínimo con la lactancia. Sí, esas cosas pasan a menudo. Problemas emocionales, profesionales, de pareja, de cualquier parte del entorno… Intentaría hacer los cambios necesarios en cuanto la situación empezara a ser incómoda para evitar que todo explote.
Pero si tuviera que llegar, si las dificultades me superaran, no me culparía. Si tuviera que llegar, tendría claro que mi situación no ha sido la adecuada y que, así, me es imposible seguir. Me olvidaría de la lactancia ideal que tenía en la cabeza, porque las situaciones ideales no existen. Las lactancias son reales, únicas, íntimas. Tan respetable es la decisión de dar pecho como de hacerlo el tiempo y en las condiciones que yo, solo yo, decida. Y me sentiría muy orgullosa por lo que sí he conseguido, por haber llegado hasta ahí. Y se lo transmitiría así a mi querido bebé, porque al fin y al cabo es la única persona que merecería una explicación.
Con mucho cariño,
Ninguna mamá en concreto (y muchas en general).
diumenge, 24 de març del 2013
Setmana Santa 2013
Aquest dimarts 26 de febrer no hi haurà trobada. A l'escorxador fan festa.
Ens retrobem el 2 d'abril.
Ens retrobem el 2 d'abril.
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divendres, 8 de febrer del 2013
Nadons prenen llet amb gotet
Per no crear confusió entre el mugró i les tetines quan momentaneament no es pot donar el pit directament i s'ha de donar en diferit, una de les maneres és amb un gotet. Aquest video mostra com.
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